La DJ y activista Barbara Butch ha presentado una demanda tras recibir mensajes de odio con amenazas de muerte y violación luego de su participación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024. Según su abogada, Audrey Msellati, la artista ha sido objeto de amenazas de violencia extrema, así como insultos antisemitas, homófobos, sexistas y gordofóbicos. Ante esta situación, Butch decidió denunciar a cualquier individuo, nacional o extranjero, que haya participado en estos actos de intimidación y aseguró que no se quedará callada frente a futuras amenazas.
La polémica se originó durante la ceremonia inaugural, donde Butch participó en una presentación artística titulada «Festivité», que algunos críticos, en su mayoría de la extrema derecha y la Conferencia Episcopal Francesa, interpretaron como una parodia de la última cena de Jesucristo. Sin embargo, el director artístico del evento, Thomas Jolly, aclaró que la escena no estaba inspirada en el episodio bíblico, sino que representaba una celebración pagana con dioses del Olimpo, destacando la diversidad y la inclusión. Este segmento, en el cual el cantante Philippe Katerine apareció con el cuerpo pintado de azul como Dionisios, el dios del vino, desató una fuerte reacción negativa en diversos sectores religiosos y políticos.
La respuesta a las críticas no se hizo esperar. Mientras algunas figuras públicas, como Donald Trump y Elon Musk, condenaban la ceremonia, otros defendían la libertad artística y la inclusión que promovía. En redes sociales, Butch expresó su frustración ante la violencia de los mensajes que recibía, subrayando su compromiso de seguir representando la diversidad a través de su arte.
En un comunicado, SOS Homophobie manifestó su apoyo incondicional a Butch, condenando las oleadas de ciberacoso y los mensajes de odio. Por su parte, el comité organizador de los Juegos también se solidarizó con el equipo artístico, lamentando cualquier ofensa causada y reafirmando su intención de celebrar la tolerancia comunitaria.