Las rayas verticales negras, los volantes y las costuras en las mangas de la camisa “ie”, una prenda tradicional del pueblo de Marginimea Sibiului en Rumanía han sido replicados en las nuevas colecciones de Louis Vuitton, generando una fuerte polémica. Y es que hace apenas unos días, el ministerio de Cultura rumano emitió un comunicado reclamando reconocimiento por la inspiración directa de estas prendas, mientras la ministra Raluca Turcan exigió a la firma francesa que admita la influencia de los trajes típicos rumanos en su colección By The Pool 2024, diseñada por Nicolas Ghesquiere, la cual incluye artículos con precios elevados.
Además, una campaña llamada «Give Credit», impulsada por la comunidad La Blusa Roumaine, exige que Louis Vuitton reconozca públicamente la herencia cultural que inspiró sus diseños: los bordados específicos rumanos que desde 2022 forman parte del patrimonio inmaterial de la UNESCO.
Así, ante la reacción inmediata y contundente de Rumanía llevó a la casa de moda a disculparse y retirar el artículo de su página web, mientras firma admitió que la inclusión del diseño fue un «error involuntario» y se disculpó ante los embajadores de Rumanía en Francia y la UNESCO.
Por su parte, Andreea Tănăsescu, fundadora de La Blusa Roumaine, afirmó que esta campaña buscaba la retirada de la prenda y el apoyo de la comunidad para preservar el valor cultural de sus diseños tradicionales. Este movimiento, iniciado en 2012 tras una aparición de Adele en Vogue con una blusa inspirada en la camisa rumana, ha luchado contra la explotación cultural y aboga por la preservación de la identidad y las tradiciones rumanas.
Afortunadamente las autoridades rumanas han visto en esta controversia una oportunidad y han anunciado un acuerdo con Louis Vuitton para promover las tradiciones rumanas a nivel internacional. Así, la propia ministra declaró que es crucial convertir un error en una oportunidad, y se ha establecido un calendario de eventos que realzará la artesanía del país de mano de la casa de moda.