Ayer, Javier Milei llenó el estadio Luna Park para presentar su nuevo libro «Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica». Además, ofreció un show junto a una banda liberal, interpretando «Panic Show» de La Renga, himno de su campaña electoral pasada. Sin embargo, el evento no estuvo exento de polémica.
En medio del espectáculo, una persona del público intentó desplegar una bandera LGBT. Inmediatamente, fue expulsada del estadio entre abucheos y empujones, mientras Milei continuaba su presentación sin interrupciones. Este incidente se enmarca en un contexto de discursos de odio promovidos por La Libertad Avanza, el movimiento político de Milei.
Nicolás Márquez, biógrafo de Milei, comentó en Radio Con Vos de argentina que existen conductas objetivamente sanas e insanas, y criticó al Estado por incentivar la homosexualidad, calificándola como una conducta autodestructiva. Además, Francisco Oneto, excandidato a vicegobernador de Buenos Aires por La Libertad Avanza, ha expresado opiniones homofóbicas, afirmando que a los homosexuales «hay que curarlos» porque están enfermos.
Por otro lado, Francisco Sánchez, secretario de Culto de la Nación, sostuvo que las leyes que promueven la ideología de género en las escuelas buscan pervertir a los niños y dañar la sociedad. Asimismo, manifestó su rechazo al matrimonio igualitario, aunque reconoció que la sociedad argentina aún no está preparada para debatir este tema.
Esta serie de declaraciones refleja una postura abiertamente contraria a los derechos LGBT por parte de figuras prominentes del movimiento de Milei, generando un ambiente hostil hacia la diversidad sexual y de género. En consecuencia, la expulsión del activista LGBT del evento de Milei no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia preocupante que merece ser visibilizada y confrontada.