En Perú, la reciente inclusión de las personas trans como «personas con problemas de salud mental» en el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud ha desatado controversia. Así, el decreto emitido bajo la administración de Dina Boluarte también clasifica como enfermedades mentales el trastorno de identidad de género en la niñez, otros trastornos de identidad, el travestismo fetichista y la orientación sexual egodistónica. Esta actualización, que incluye una lista de enfermedades e intervenciones asegurables, es esencial para las entidades que administran los fondos de salud, tanto públicos como privados. Además, se pretende garantizar una cobertura completa en salud mental para asegurar el derecho al bienestar y a la salud de las personas.
Por otro lado, el Ministerio de Salud de Perú ha defendido la actualización, reafirmando su compromiso con el respeto a las identidades de género y rechazando cualquier forma de estigmatización de la diversidad sexual. Según informes, la actualización busca asegurar una cobertura integral de intervenciones en salud mental, alineada con los derechos fundamentales.
No obstante, la comunidad LGBTQ+ y activistas de derechos humanos han expresado su rechazo a esta medida. El colectivo Más Igualdad Perú, por ejemplo, ha criticado la decisión por reforzar el estigma y la discriminación hacia las personas trans, instando al Ministerio de Salud a revisar y modificar el decreto.
